28 noviembre 2006

A casa

La calle le es hostil, cuando antes apenas podía ver el reflejo del pavimento.
La mano que tanto le hace falta está guardada en el cajón de las medias, junto a las medias. Entonces es hora de arreglárselas solo, y volver a estar alerta, como una persona alerta y dejarse de cursilerías.

¿Pero qué otra cosa aparte de un micro lleno de gente que va a Pinamar, puede aparecer un lunes a las 01:30 en Av. Maipu? - Un camión de 'nittida' obstruyendo el paso del único 68 que pensaba pasar durante las ultimas 2 hs y que, por supuesto, se fué.
El abrazo que tanto le hace falta está contenido en el sueter que hace tanto no lava, junto a la piel. Y la fuerza del viento le arrastra la voz de un gendarme gritando algo obseno.

- Que la luna nunca se apague..

1 comentario:

Anónimo dijo...

la prosima tomate un tasi, carrrrrera march