19 mayo 2007

cocodrilos


El casino abre las puertas
y el oro del abismo asoma.
Los ojos se cierran,
el aire es viento y neblina,
y el cantar de un ave con cables
sale de un sueño en caja grande.
La daga de un mediocre amante que en su cama retoza
deshoja una langosta en rosa
y la billetera recostada vacía como un pan árabe
chilla por ser vejada y alejada de su metal.

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