Un día levantó una piedra y gritó:
- ¡Yo puedo con todo!
Y el más nítido reflejo del futuro le será de manual de instrucciones, y es así como previo a los hechos hará su precalentamiento para luego dejar que el dolor lo recorra sin reparos.
Cuando todo suceda, aquel ya estará bailando un malambo.
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